La vida del autónomo no es fácil. Ser “tu propio jefe” es tan bueno como malo, ya que muchas veces el peor jefe es uno mismo. Por ese motivo se cometen muchísimos errores que lastran tu actividad y pueden llegar a consumir tu vida laboral y hacer que cada día te guste menos lo que haces.

¿Cuáles son esos errores? ¿Cómo se pueden solucionar? En este artículo te los contaremos para que puedas evitarlos.

1. Cobrar por horas

Si cobras por horas a tus clientes, básicamente les estás diciendo que cobras por el tiempo que te lleva hacer un proyecto y no por el trabajo que requiere o el beneficio que este genera. Y eso no tiene ningún sentido.

Imagina que eres diseñador web y que cuando comenzaste a trabajar tardabas 40 horas en diseñar y dejar lista una nueva web. Sin embargo, con el paso del tiempo has mejorado y ahora tardas 30 horas. ¿Tienes que cobrar menos por hacer el mismo trabajo? No.

Hay que cobrar por el problema que se resuelve sin importar las horas que se aplican. Tardar 1 hora o tardar 10 no debe de influir tanto en el precio ni ser la razón principal por la que este suba o baje.

2. Querer hacerlo todo

Cuando te das de alta como autónomo te quieres convertir en el hombre orquesta: quieres ser el que vende el servicio, el que lo hace, el que contrata, el que lleva el papeleo y la contabilidad y, en general, quieres ser todo. Y también quieres hasta tener tiempo después para disfrutar de vida personal.

Los hombres orquesta no existen. Según la Ley de Pareto el 20% de las cosas que hagas te darán el 80% de tus beneficios. Aprende a descubrir qué tareas forman parte de ese 20% y coge ese 80% y delégalo en otras personas o empresas.

Por ejemplo, una parte que los autónomos suelen delegar es la parte de la contabilidad, presentación de impuestos y demás. Tu empresa no va a crecer por presentar tus impuestos o contabilizar tus facturas, por lo que es una “pérdida de tiempo” hacerlo.

3. No establecer horarios de trabajo

El autónomo puede ver como su vida se convierte en despertarse, trabajar, comer, dormir y volver a trabajar. La ausencia de horarios y de la independencia de entrar y salir de un trabajo puede acaparar toda tu vida si no lo controlas.

Hay que establecer horarios, rutinas y procesos para controlar el tiempo, no agobiarte y poder marcar una clara línea entre lo laboral y lo personal. Lo que no puede ocurrir es que estés en el cine, cenando o con tu familia y que estés pensando en trabajo o, directamente, trabajando con tu móvil o tablet.

4. “Tirar” los precios

Los nuevos autónomos tienden a bajar mucho sus precios porque, al ser nuevos y no estar respaldados por una empresa, piensan que no se va a confiar en ellos. Esta puede ser una medida medianamente correcta para arrancar, pero después hay que subir los precios a medida que la demanda crece.

Aumentar tus precios y perder algunos clientes puede ser positivo. Soltar el “lastre” de esos clientes que no quieren pagar más por tus servicios y quedarte tan solo con los que realmente aportar valor te hará trabajar menos y ganar el mismo o más dinero.

5. Decir sí a todo

¿Un cliente que pide un extra en su servicio? Ok, “te lo hago en 5 minutos”. ¿Un conocido que te dice que le eches una mano porque “tú lo haces en 5 minutos”? Ok, “te lo hago en cuanto pueda”. Y así, un largo etcétera de pequeñas tareas que se comen minutos, días y horas.

Hay que saber decir que no. A los clientes, a los amigos, a los conocidos y a todo el mundo. Hay que escuchar a todo el mundo, pero hay que decir que sí a muy poca gente. El “no” te da exclusividad, te da libertad y te permite elegir trabajar con las personas que tú quieras. Ese es el objetivo del autoempleo y de ser autónomo, ¿no?

Estos 5 errores son habituales y los cometen tanto nuevos autónomos como muchos otros que llevan 8 años. Está en tu mano poder remediarlos y conseguir ser más eficiente, ordenar mejor tu vida laboral y poder disfrutar con tu trabajo.

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