Tienes una idea brillante, has trabajado mucho en el modelo de negocio y te estás dejando la piel para hacer de esta idea una realidad. ¿Cuál es el gran problema con el que muchos emprendedores se encuentran? La falta de financiación para sacar adelante el proyecto. Todos conocemos a alguien quien nos interesaría que apoyara nuestras ideas y participara en nuestro proyecto, sea por su capacidad económica o porque compartimos su visión, o conocemos a alguien que conoce a alguien más que estaría dispuesto a hacerlo.
Pero, ¿cómo vender tu idea ante un jurado o a una persona que sabes que te puede financiar tu proyecto? ¡Te damos cinco claves para tu próximo elevator pitch! Un elevator pitch debe durar 60 segundos o menos, justo el tiempo que te tardarías en subir o bajar de un ascensor y contarle tu idea a esa persona que te interesa.
Las personas pueden ser receptivas con ideas nuevas y genuinamente tener cierto interés por tu proyecto, pero lo que realmente les va a interesar es saber qué les ofreces y qué ganan ellos ayudándote. Para esto, es importante que te presentes y menciones un problema existente que demanda soluciones. Seguidamente menciona cómo tu idea o proyecto podría solucionar este problema. Personaliza el problema de esta persona y ofréceles la mejor solución: Tu idea.
Es importante que sepas a quien te vas a dirigir. Qué hace, cuál es su puesto o cargo, hitos importantes en su carrera profesional, etc. Tienes más probabilidades de que esta persona te preste toda su atención si ve que tú has puesto tanto interés en él/ella previamente como tú esperas que él/ella lo haga con tu proyecto. Conociendo bien a quien te vas a dirigir también te ayuda a saber cómo enfocar tu pitch, agregando cosas que puedan ser de interés para esta persona o quitando otras que creas que no son útiles.
Has conseguido la oportunidad de hacer tu pitch por un motivo, ¿no? No importa si es por conseguir inversión, un nuevo cliente o un nuevo socio, sé honesto con tus metas y objetivos. Si lo que estás buscando es financiación, comunica honestamente cuánto necesitas y cómo lo gestionarías. Si estás buscando un nuevo cliente, socio o trabajador, sé honestó y hazles saber exactamente lo que buscas y quieres de ellos.
Siéntete cómodo con tu pitch y con lo que vas a contar. Hay que evitar a toda costa sonar como un programa pregrabado. Demuestra pasión por lo que cuentas, ya que al final es un proyecto personal. Sobre todo, relájate al momento de hacer tu pitch. Si te confundes en alguna frase, sonríe y empieza de nuevo, pero que se vea que eres un humano apasionado por sus sueños.
Nuestro primer pitch probablemente no sea a la persona con la que soñamos y posiblemente no sea el que mejor nos salga. Por lo tanto, debemos aprovechar cada oportunidad que tengamos de hacer un pitch para conseguir la mayor cantidad de feedback útil posible. De esta forma, poco a poco iremos mejorando y cuando (ojalá) llegue el momento de hacer el pitch a esa persona, lo hagamos tan bien que no se pueda resistir a participar en nuestro proyecto.