Las presentaciones son la forma más dinámica para dar a conocer un proyecto, una marca o un trabajo. Para aprender cómo hacer una presentación, el orador debe ir afrontando algunos puntos clave y conseguir hacer llegar el mensaje que quiere al público asistente. Además de la presentación, el ponente debe saber cómo captar la atención del público y hacer llegar su mensaje, por lo que el modo de exponer es tan importante como lo que expone. Las dos claves antes de empezar a planificar una presentación. Que quiero contar y a quién.
Aunque antes de nada tienes que seguir unos pasos para hacer una presentación:
- Realizar un esquema previo: dividir por partes la manera en la que vamos a dosificar la presentación.
- Cronología que va a seguir la presentación: ¿con qué empiezo?, ¿cuál es el efecto que quiero causar en mi audiencia?
- Tratar un tema por hoja, página o imagen.
- Esquematizar y busca un apoyo gráfico que sume valor. Aunque eso no quiere decir que haya que llenar de contenido la exposición. Tener claro que para hacer una presentación el trabajo gráfico será un apoyo para el orador y no un blog de notas para espectador.
- Utiliza bien los recursos gráficos: esto puede marcar la diferencia entre hacer lo de siempre o conseguir sorprender. El hacer una buena búsqueda de imágenes te puede ser útil.
- Usar palabras con significado.
- Cierra y abre a lo grande. La atención del público es lo más importante.
Estructura de una presentación:
- Que queremos decir.
- Contexto/Competencia
- Tu ventaja
- Plan de acción
- Necesidades
- Cambio/Proyecciones
Este esquema es general, dependiendo del tipo de presentación habrá que hacer una organización u otra. Aunque lo que sí es común a todas las presentaciones es la idea de ganar la atención de la audiencia en el primer momento, así como hacer un cierre fuerte, que redondee todo lo expuesto.
Errores más comunes que haya que a tener en cuenta y procurar evitar en el momento de hacer la presentación:
- Las presentaciones son un apoyo visual que debe complementar la exposición del ponente. Por lo que, no debe de repetirse el mismo mensaje. Hay que optimizar y aprovecharse de la presentación para mejorar el mensaje.
- La presentación no es un libro, ni una hoja de apuntes. Las palabras deben estar contadas y deben dirigir al público hacia un mensaje. Lo más convenientes es comunicar ideas, conceptos, apoyar las palabras del ponente.
- Evitar fotos ya conocidas por todos. Selecciona imágenes que añadan valor, con fuerza gráfica. En los bancos de imágenes puedes encontrar fotos adecuadas con un tamaño suficiente para que no aparezcan pixeladas.
- Los efectos dinamizan la presentación pero cuidado al hacer la transición ya que pueden eclipsar el mensaje.
- Conexión entre lo que dice y lo que se ve en la presentación, ya que tiene que haber una relación.
- No hacer una presentación leyendo las diapositivas o frames, es un error grave.
- El ponente debe ser el primer convencido de su mensaje. Si tú no lo entiendes, jamás lo entenderán los demás.
- Antes de exponer la prestación, ensaya delante de gente que te digan errores, cosas a mejorar y seguro que te aportan ideas. De esta forma te ayudará a liberar muletillas y gestos inconvenientes.
¿Cómo preparar una exposición?
Tal y como hemos dicho anteriormente el modo de exponer es tan importante como lo que se expone. Una planificación previa siempre ayuda. Recuerda que el PowerPoint es para ayudar a explicar lo que ya sabes, por lo que si no eres bueno improvisando es importante que tengas algo en qué apoyarte por si te quedas en blanco.
Prepara un guión, el cual debe tener una estructura, que permita a tus oyentes entender claramente el tema sobre el que estás hablando:
- Introducción, (principio), donde tomas contacto con la audiencia y presentas el tema principal y los contenidos.
- Desarrollo (mitad) donde explicas el tema y los contenidos con más detalle y los argumentas.
- Cierre (final) donde resumes los principales contenidos y expones las conclusiones.
Una buena idea es abrir y cerrar la presentación con textos que sean especiales.
Los primeros minutos sirven para generar expectativa e interés en la audiencia.
Los minutos finales deben utilizarse para dar un cierre en el que se retomen o enfaticen conceptos que permitan recapitular los puntos más importantes que se trataron a lo largo de la presentación.
Para realizar una presentación es necesario utilizar de forma adecuada el vocabulario, ser concreto, directo y exponer el tema o asunto con la mayor elocuencia posible.
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